Amigos Españoleros, vamos a seguir comentando acerca de nuestro libro de Rafael Santandreu, “El arte de no amargarse la vida”. Así que si queréis saber cómo continúa, quedaos a ver el vídeo hasta el final.
Vamos a empezar, como siempre, con nuestro mantra particular: Yo hablo español, yo hablo español, yo hablo español.
Amigos, como dije en el vídeo anterior, vamos a aprender español, y esto es lo que os propongo, comentando libros interesantes sobre crecimiento personal de autores españoles. Así que si no habéis visto el vídeo anterior, os recomiendo que lo hagáis para así seguir el hilo, como decimos en español, para así seguir el hilo de la historia.
Si queréis compraros el libro, si os interesa el crecimiento personal, os he dejado un enlace en la caja de descripción para que lo hagáis si queréis. Si no, no es necesario. Podéis escuchar el vídeo. Podéis leer la transcripción del vídeo que está en mi página web espanolyole.com y así podéis también hacer un ejercicio de lectura, no solo un ejercicio de comprensión auditiva.
Como dijimos en el vídeo anterior, Raffael Santandreu es un psicólogo muy importante en España que ha estudiado entre España e Inglaterra, que es profesor de universidad y que dedica su tiempo a su consulta de psicoterapeuta y a dar formación a médicos y psicólogos. Es una persona muy interesante y hoy vamos a analizar el segundo capítulo, el segundo capítulo de este interesante libro, “El arte de no amargarse la vida”, porque aquí no solo vamos a aprender español, sino que vamos a aprender trucos, trucos que nos van a hacer que nuestra vida sea más feliz cada día.
Este segundo capítulo se llama: “Piensa bien y te sentirás mejor”. Y vamos a ver tres cosas principalmente. Primero, vamos a ver una historia, la historia de Epicteto. Epicteto era un esclavo. Un esclavo en la antigüedad. Después vamos a ver donde está el origen de las emociones, las emociones que todos tenemos. ¿Cuál es su origen? Y vamos a terminar con otra historia. La historia de Jordi. Jordi es un paciente de la consulta del psicólogo Rafael Santandreu, así que no os perdáis estos tres puntos tan interesantes.
1.- En primer lugar, vamos a ver una historia, la historia de Epicteto. Epicteto fue un gran filósofo, pero él no nació en una familia erudita, en una familia pudiente, en una familia que le hubiese dado estudios. El era un esclavo, el era un esclavo. Y nació en Turquía y a los cuatro años, a los cuatro años de edad, fue comprado por su amo, por el que posteriormente sería su dueño. ¿Y qué le llamó la atención a su amo para comprar a Epicteto? Se dio cuenta que era un niño muy, muy inteligente. A los cuatro años de edad ya sabía leer y escribir latín y griego y nadie, nadie lo había enseñado. Él lo había aprendido leyendo los letreros y carteles de las tiendas y del templo, del templo o las construcciones religiosas que hubiese en su tiempo.
Años después, Epicteto, con su amo, que era un rico comerciante, se fue a Roma para comerciar sus telas y sus perfumes. Cuenta esta historia que un día iban Epicteto y su amo, que se llamaba Epafrodito, es que tiene un nombre complicado. Epafrodito. Ese era el nombre de su amo. Pues iban caminando y Epicteto iba cargado con una caja de perfumes. Iba muy rápido porque tenían prisa y en ese momento unos niños corriendo se cruzaron en el camino de Epicteto, le hicieron tambalearse, se cayó al suelo con tan mala suerte que varios de los perfumes caros, carísimos que llevaban para vender, se rompieron.
Su amo, que tenía un carácter bastante fuerte, estalló en cólera, cogió su bastón y empezó a golpearlo, a golpearlo, a golpearlo. La gente que estaba alrededor no se lo creía, no daba crédito a lo que veían sus ojos. Por más que Epafrodito le pegaba a Epicteto, éste no se quejaba. No hacía absolutamente nada. Miraba a su amo con total indiferencia y el amo más y más se enfadaba y más y más le pegaba. Hasta que llegó un momento que, con toda calma y con toda tranquilidad, Epicteto le dijo a su amo: Pare ya usted, señor amo, va a romper su bastón.
¿Qué es lo que nos enseña Rafael Santandreu con la historia de Epicteto? Pues nos viene a decir que Epicteto enseñaba a tener fuerza emocional. Enseñaba a controlar los pensamientos. Porque Epicteto no se quedó toda la vida siendo esclavo. Tenía unas dotes tan buenas, era tan bueno para la filosofía que su amo terminó concediéndole la libertad e incluso llegó a crear una escuela con muchos discípulos, con muchos alumnos que escribieron sus ideas, porque él, por lo visto, no dejó nada escrito de su puño y letra. Él no escribió nada, pero sus alumnos, sus discípulos, escribieron sus enseñanzas.
Y según Rafael Santandreu, nos enseñaba a tener ese control mental que hace que las personas tengamos confianza en nosotros mismos para poder disfrutar de las maravillas que nos ofrece la vida. Y es que, como decía Epicteto, él decía: “No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos sobre lo que nos sucede”.
2.- Una vez vista esta historia de Epicteto, vamos a pasar a la segunda parte de este capítulo, que es el origen de las emociones, porque Rafael nos dice que en nuestra vida siempre va a haber una serie de hechos externos, van a pasar cosas, pues, un abandono, un despido por parte de mi jefe, el insulto de un vecino, una multa de tráfico que nos ha llegado, algo que se nos ha perdido… Y él nos hace la pregunta de que si pensamos, si todo esto hecho externos que nos suceden, si esto ya directamente nos lleva a tener una emoción, ¿esos hechos internos, externos, perdón por si solos ya nos llevan a la emoción? Pues parece ser que no, entre los hechos externos y las emociones en nuestro cuerpo hay un pensamiento, un pensamiento que dice cómo son esos hechos externos.
Así que lo ha hechos externos: la pérdida de algo, un abandono, una enfermedad, el despido del trabajo… da lugar a unos pensamientos, es decir, los hechos externos, unos pensamientos negativos sobre esos hechos y los pensamientos negativos dan lugar a una emociones, una emociones que pasan en nuestro cuerpo, que pueden ser depresión, ansiedad o ira. Entonces, según Rafael, donde tenemos que poner el foco de atención no es en los hechos externos ni en las emociones, sino en los pensamientos.
3.- Tenemos que poner el foco de atención y esto es lo más importante que nos quiere decir en este capítulo, en los pensamientos que tenemos, en lo que se produce aquí y para que nos demos cuenta de esto, nos cuenta la tercera historia, una historia muy ilustrativa sobre cómo unos hechos externos, provocan unos pensamientos que a la vez nos provocan unas emociones.
Y esa es la historia de Jordi. Jordi era un paciente suyo de 14 años que acudió con su madre a la consulta porque había intentado suicidarse. Su madre, como os podéis imaginar, estaba destrozada y bastante preocupada. Entonces Rafael, el psicólogo, lo estuvo tratando y le preguntó que por qué quería suicidarse, por qué había intentado suicidarse. Él le contó que le habían quedado tres asignaturas en el trimestre, tres asignaturas en el colegio que había suspendido, que no había sido capaz de aprobar. Rafael le dijo que bueno, no aprobar tres asignaturas no parecía un hecho tan grave como para tener que que intentar suicidarse. Y él le dijo que sí porque se levantaba cada noche con una gran angustia en el pecho que no lo dejaba vivir, porque por lo visto en su colegio si no aprobabas dos asignaturas o si te quedaban dos asignaturas sin aprobar, no pasabas de curso y tenías que repetir curso, es decir, hacer otra vez el mismo curso.
De todas formas, Rafael le dijo que eso tampoco era tan grave, repetir curso, como para tener que suicidarse. Y él dijo que sí, que sí era grave porque él había pensado que si repetía dos veces curso en ese colegio, que era un colegio muy bueno, lo iban a expulsar del colegio porque así eran las normas en ese colegio. Rafael le dijo que bueno, si lo expulsaban del colegio tampoco era motivo como para suicidarse. Hay muchos colegios por el mundo. Jordi le dijo que si lo expulsaban del colegio había pensado que iba a coger tal depresión y tal trauma que quizá no fuese capaz de sacarse la secundaria, con lo cual no podría hacer una carrera universitaria y sería el tonto de su familia, puesto que sus hermanos tenían brillantes carreras universitarias.
Además, si todo esto pasaba, él también había pensado que ninguna chica se iba a fijar en él, porque no iba a tener ni estudios ni trabajo y que se iba a quedar soltero. Y esto iba a ser una desgracia para él, para toda su vida. Con la historia de Jordi se nos demuestra que como solo con una serie de pensamientos en nuestra mente podemos inventarnos una historia tal que nos haga caer en un pozo de depresión, angustia y sufrimiento tan fuerte, tan fuerte, que nos lleven hasta el suicidio.
Y ahí no queda la cosa. Porque Rafael siguió tratándolo y hablando con él y parece ser que desde que el era pequeño, su madre para animarlo a trabajar y a estudiar, siempre que pasaban por una iglesia donde había un mendigo sentado en la puerta, su madre le decía: Jordi, tienes que estudiar mucho porque si no acabarás como ese mendigo que se pone a la puerta de la iglesia. Si no te espabilas, te espera eso. La vida es así.
Fijaos hasta qué punto esta frase repetitiva había calado dentro de su mente. Así pues en este capítulo Rafael Santandreu nos hace ver que todo, todo el origen de nuestros males, amarguras y sufrimientos está en nuestros pensamientos. Digamos que esta sería la clave auténtica de este capítulo. Es hacernos ver, hacernos darnos cuenta que la clave está en la forma en cómo pensamos acerca de los hechos externos que nos ocurren.
Así que, amigos, os invito a que sigáis viendo el siguiente vídeo sobre este libro tan estupendo de Rafael Santandreu, “El arte de no amargarse la vida”.
Decidme, amigos en los comentarios, si os gusta esta forma de aprender español y bueno, si el vídeo os ha gustado, como digo siempre le dais a me gusta, no olvidéis suscribiros para que YouTube siempre os avise de cada vez que subo vídeo y nos vemos aquí en futuros vídeos de español y olé. Un besito y hasta muy pronto amigos. Adiós.