Queridos amigos españoleros, hoy os voy a contar el cuento del zorro y la cigüeña, así que si queréis saber este interesante cuento, quedaos a ver el vídeo.
Vamos a empezar, como siempre, con nuestro mantra particular: Yo hablo español, yo hablo español, yo hablo español.
Queridos amigos, hoy os voy a contar un cuento aquí paseando por el paseo. Y es un cuento, la verdad que muy bonito y que también nos deja una enseñanza. Y dice así: Había un zorro muy bromista que le encantaba reírse de la gente y decidió gastarle una broma a su amiga la cigüeña. Pensando, pensando qué podía hacer para reírse de ella, la invitó a comer a su casa. No paraba de reír mientras se imaginaba cómo se iba a burlar de la cigüeña. Así que hizo una rica sopa y la vació en un plato bastante llano para que la cigüeña tuviese dificultades al comérsela.
Así que la cigüeña, muy contenta, llegó a la casa del zorro y estuvieron bromeando y riendo hasta la hora de pasar al comedor, cuando la cigüeña comprobó, sin dar crédito a sus ojos, como el zorro había preparado una deliciosa sopa en un plato llano. Como la cigüeña era muy educada, hizo como que comía, pero tenía un pico muy largo y apenas podía tomar nada, nada de sopa. Así que sin decir nada le dio las gracias a su amigo el zorro por la rica cena y se fue. Pero antes de irse le dijo que él quedaba invitado a cenar a su casa la siguiente semana, pues… para pasar un rato tan agradable y divertido como el que habían pasado.
La semana siguiente, el zorro fue a casa de la cigüeña. Estuvieron charlando en la puerta un buen rato hasta que la cigüeña decidió pasarlo al comedor. Cuál fue la sorpresa del zorro cuando vio que la cigüeña había hecho un rico guiso y lo había puesto en un tarro de cristal muy estrecho, con una boca muy estrecha. Con lo cual la cigüeña, con su pico alargado, podía comer perfectamente. Pero el zorro, con su hocico muy pequeño, no podía apenas comer. Es decir, no pudo comer nada.
El zorro aprendió la lección y se fue muy humillado de allí. Se dio cuenta de que hay que ser más empáticos, hay que ponernos en el lugar de los otros. Y amigos, esta es la gran lección que nos ofrece esta historia que hay que ponerse siempre en el lugar del otro y no hacer a los demás nada que no nos guste, que nos hagan a nosotros.
Así que amigos, espero que esta historia os haya gustado. Si así ha sido, me encantaría que le dieseis a me gusta. No olvideis suscribiros al canal y nos vemos aquí como siempre en futuros vídeos de español y olé. Un besito y hasta muy pronto amigos. Adiós.