top of page

CUENTO POPULAR. Español en contexto. Aprender español con historias. SPANISH LISTENING PRACTICE #124




¡Hola amigos, bienvenidos un día más a español y olé!


Vamos a empezar con nuestro mantra particular: yo hablo español, yo hablo español, yo hablo español. 


Amigos hoy os traigo otro cuento, es un cuento popular, un cuento que es anónimo, esta palabra en español, anónimo, se usa para referirnos a un cuento o historia del cual no se conoce su autor, es decir es un cuento que no sabe o no se sabe quién lo ha escrito.


Y bueno, pues ha ido o sea los padres se lo han contado a los hijos y esos hijos a su vez a sus propios hijos y así de unos a otros, de generación en generación, de padres a hijos, de padres a hijos y ha llegado a nuestros días.


Este cuento tiene algunas palabras que os pueden resultar extrañas por eso antes de empezar a contar el cuento lo voy a explicar. Voy a explicar un poquito unas palabras que van a salir en el cuento, es decir, voy a explicar un poquito de vocabulario. Así que están muy atentos a la siguiente diapositiva.


También quería aprovechar para deciros que si aún no ahora no lo habéis hecho, os suscribáis a mi canal donde siempre vais a poder aprender cinco minutitos cada día más o menos, un poquito más del idioma español, y ya no me enrollo más, ya no hablo más pasamos a la diapositiva del vocabulario y después de la diapositiva del vocabulario os contaré el cuento que se titula "Afilar el hacha".


( El leñador, el hacha, talar árboles, afilar el hacha).


Bueno pues ya que sabemos este poquito de vocabulario vamos a proceder a contar el cuento:


Había una vez un leñador muy valiente y muy fuerte que se presentó en el bosque para conseguir un trabajo talando o cortando árboles. Cuando el dueño de la empresa lo vio tan fuerte y tan valiente se decidió a contratarlo y así el hombre al día siguiente, este leñador, empezó su trabajo. El primer día cortó 20 árboles, estaba súper contento, muy satisfecho y orgulloso con el trabajo realizado y cuando se iba a acostar pensó, mañana voy a superar el trabajo de hoy, en lugar de cortar 20 árboles voy a intentar cortar unos poquitos más para que el dueño de la empresa esté muy contento con mi trabajo.


Así de feliz se fue el hombre a dormir esa noche. Al día siguiente, con mucha fuerza y con mucha energía, el hombre, el leñador empezó su trabajo, pero conforme iban pasando las horas ese día, él se estaba dando cuenta de que no le cundía tanto o no iba a conseguir el

objetivo que se había propuesto de superar los árboles cortados el día anterior.


Bueno, pues terminó el día y solo había cortado 18. No sabía qué había pasado, no lo entendía, él había trabajado muchísimo, había puesto todo su empeño y todo su esfuerzo. El pensó, quizá estaba cansado, esta noche me iré a dormir más temprano, para mañana estar más descansado y así podré batir mi propio récord, podré cortar más árboles que el primer día. Con este pensamiento se volvió a ir a la cama, el buen hombre, y así llegó el día siguiente.


Empezó con mucha alegría, con mucha energía y mucha fuerza a cortar árboles con su hacha, pero conforme iba pasando el día el hombre se iba dando cuenta de que iba cortando menos árboles, y ese día solo corto 15 árboles. Estaba bastante preocupado, no entendía qué pasaba.


Y así fueron pasando los días, al día siguiente cortó 10, al día siguiente corto 8, al día siguiente sólo corto 6. Muy muy muy preocupado se fue a hablar con el dueño de la empresa, pues el leñador no quería que el dueño pensara que estaba haciendo mal su trabajo.


Cuando llego adonde estaba el dueño de la empresa le dijo:


- Mire usted señor, he intentado trabajar con todas mis fuerzas, con todo mi esfuerzo, con toda mi energía, no he parado ni un solo segundo, le prometo que he dado todo lo que podía dar, he trabajado muchísimo pero no sé qué me pasa. Cada día corto menos árboles y no, no entiendo que me está pasando.


El dueño lo miró y le preguntó:


- ¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?


El leñador se quedó muy sorprendido y le dijo:


- Mire usted, no podía afilar mi hacha estaba demasiado ocupado cortando árboles.


Moraleja: ¿Qué nos quiere decir este cuento? Este cuento nos quiere decir que no es suficiente esforzarse siempre siempre siempre mucho, sino que de vez en cuando hay que pararse para reflexionar, para preparar y ver lo que uno está haciendo o para pensar si el camino que se sigue es correcto. Cuántas veces no nos paramos a reflexionar y a pensar con la excusa de que no tenemos tiempo. Yo soy la primera ¿Ehhh?


Bueno, quiero que me contéis en los comentarios si os parece bien. Si a vosotros os ha pasado esto también alguna vez, es decir, con la excusa de no tener tiempo no nos hemos parado a pensar o a reflexionar acerca del camino que estamos recorriendo.


Bueno amigos y esto ha sido todo por hoy. Espero que este cuento del leñador os haya servido precisamente para ello, para parar, para pararos un poquito y reflexionar. Si así ha sido me encantaría que le dieseis a me gusta. Por favor no olvidéis como dije suscribiros al canal y nos vemos aquí en futuros vídeos de español y olé. Un beso y hasta muy pronto, adiós.



17 visualizaciones0 comentarios
bottom of page